A diferencia de muchos hombres, y similar a muchas mujeres, yo he querido ser padre desde que recuerdo. El ejemplo de mi padre fue fundamental, pero creo que mi legalidad y mi agrado por los niños me hacían creer que esto de la crianza era bastante fácil y por lo tanto toda mi vida viví en un mundo rosa en el que la paternidad era la cosa más bella del mundo.