Soy una persona «común y silvestre» similar a muchos de ustedes; venezolana de origen, actualmente radicada en Ecuador. Soy hija de María de las Nieves, la mujer que más admiro; esposa de Pablo Andrés, un hombre ejemplar; madre de Aurora Isabel, la nena que llena mi corazón de amor cada día, y amiga de unas cuantas personas extraordinarias que en algún momento llegaron a mi vida.
Tengo limitaciones como todo ser humano, me he equivocado en muchas ocasiones, obviamente sin ser consciente he lastimado a una que otra persona; sin embargo, con el pasar de los años siento que he ido mejorando personalmente, liberándome de una serie de creencias que impedían mi crecimiento y mi felicidad. Sé que aún me queda un largo camino que recorrer, pero tengo la intención de ser cada día una mejor persona.
Mi gran pasión es la enseñanza, de eso no tengo la menor duda. Mi mamá dice que cuando yo era pequeña uno de mis juegos habituales era sentar frente a mí las pocas muñecas que tenía y darles clases. A mis 15 años, por presión de dos compañeras del bachillerato me inscribí para presentar la prueba interna de la UCV para la carrera de Educación y mi destino fue ingresar allí; en principio, como todo el mundo a mi alrededor coincidía en que los educadores eran muy mal pagados pensé que podría iniciar en esta Escuela y luego solicitar el cambio para la carrera de Bioanalisis (tal vez en otro momento les comente porque esta carrera en particular), pero después de cursar el primer año y descubrir la mención «Desarrollo de los Recursos Humanos» supe que a ello me quería dedicar profesionalmente.
Mi experiencia laboral fue desarrollada en grandes y reconocidas empresas venezolanas. Una vez graduada tuve la fortuna de empezar casi de inmediato a trabajar en mi área, mi primer empleo fue en el Metro de Caracas, como Analista de Entrenamiento, tuve un contrato de poco tiempo y mucho aprendizaje; posteriormente ingresé a Banesco Banco y estuve allí por más de 5 años, en esta empresa me brindaron la oportunidad de crecer bastante rápido a nivel profesional, siendo Consultora conocí a profundidad lo que implica la capacitación en el ámbito organizacional y lo mucho que puede beneficiar a las empresas; mi última experiencia fue en Banco Mercantil, allí descubrí otra faceta de la enseñanza, esta vez mediante la elaboración de contenidos didácticos asociados principalmente a temas normativos.
¿En qué creo? Creo en Dios aunque no pertenezco a ninguna religión; creo en actuar correctamente; creo en el esfuerzo, en la disciplina, en mis capacidades, en la honestidad, en el agradecimiento y en que aún quedamos personas buenas en este mundo tan dañado.
¿Cuáles son mis sueños en este momento? Dedicarme a lo que me apasiona: la enseñanza.
De momento ya estoy accionando para dictar junto a mi esposo charlas motivacionales gratuitas dirigidas a familias de escasos recursos que viven en ambientes poco favorables, esto con el propósito de mostrarles a estas familias que teniendo la actitud adecuada se puede crear un futuro diferente, que sus hijos pueden progresar. Esto lo digo con total convicción pues yo soy un vivo ejemplo de ello, al igual que algunos de mis amigos que también provienen de orígenes humildes y hoy su vidas son muy diferentes.
Próximamente, me gustaría apoyar a empresas pequeñas o medianas que valoren a su gente y estén interesadas en capacitarles en temas de habilidades blandas y cambio actitudinal, pero que no disponen de grandes presupuestos para invertir en capacitación.
«Siempre da lo mejor de ti y lo mejor vendrá a ti« Lo leí por ahí.